Hans christian Andersen escribio el cuento de la sirenita en abril 1837 , aunque es por la película de Disney por lo que mas se conoce ,en el cuento original el príncipe nunca llega a conocer a la sirenita aunque si es la que le salva de morir ahogado
he querido hacer un libro como el que tengo yo ,viejo, deteriorado por los bordes, amarillento...pero no por no cuidarlo, si no por haber pasado por muchas manos,las mias y de mi hermano ,las de mis hermanos mas pequeños ,las de mis hijos y algún sobrino y las de mis nietos ,las ilustraciones no son como las de ahora por eso he puesto a Ariel que es la que conocen los peques
bizcocho
4 huevos
240 gr de azúcar
240 gr de harina
110 ml de aceite de girasol
110 ml de nata liquida
chorrito de vainilla liquida
Almíbar de piruleta
100 ml de agua
90 gr de azúcar
un buen chorro de licor de piruleta
ponemos a hervir todo junto unos diez minutos ,el licor de piruleta tiene poco alcohol pero al hervir se evapora
Relleno
200 ml nata
150 gr de chocolate negro
mermelada de cereza con jengibre (casera)
calentamos la nata sin que hierva ,se pone el chocolate picado o rallado ya fuera del fuego y se mueve bien hasta que se deshace por completo ,es mejor hacerlo de un día para otro y luego montarlo con batidora de varillas
Cobertura
200 ml de nata
180 de chocolate blanco
calentamos la nata y deshacemos el chocolate ,esto en el ultimo momento ya que se pone templado
Decoración
fondant de colores para la sirenita
candy melts malva para las letras
con el fondant hacemos la sirenita y con los candy las letras ,use papel de horno para hacer un cucurucho y escribir
preparamos el bizcocho y dejamos enfriar ,yo lo guardo en la nevera envuelto en film hasta el día siguiente
le quitamos la capa de arriba y le damos forma cortamos a la mitad y separamos
calamos con el almíbar de piruleta ,ponemos una capa de mermelada de cereza y otra de ganache
cubrimos con la parte de bizcocho que teniamos aparte y cubrimos con el chocolate blanco templado ,dejamos que enfrie en la nevera y decoramos
una galleta un cuento